domingo, 16 de junio de 2013

Práctica 7 (21/05/13): Evaluación de la resistencia aeróbica

En esta práctica vamos a estudiar diferentes métodos para valorar una importante capacidad física como es la resistencia aeróbica. Compararemos distintos protocolos y sus aplicaciones más adecuadas.

En primer lugar realizamos un test sobre tapiz rodante. Debemos establecer una serie de parámetros que definan el protocolo. En este caso nos decidimos por un protocolo triangular continuo dividido en estadíos de un minuto, con un incremento de 1km/h entre cada uno de ellos, con una pendiente del 3% y comenzando desde con una velocidad inicial de 6 km/h.

Se escogieron estos parámetros atendiendo a la modalidad deportiva que practica el sujeto (atletismo) y de los valores esperados, intentando alcanzar el máximo entre los 12 y 15 minutos de test. Para una valoración completa es conveniente realizar un test máximo, pero en el contexto de estas prácticas no es necesario forzar tanto al sujeto, con lo que nos mantendremos en valores submáximos.

A lo largo de la prueba fuimos tomando valores cada minuto acerca de varios parámetros relacionados con la eficiencia aeróbica, como el consumo de oxígeno, la ventilación y el ritmo cardiaco. A partir de estos valores y otros relacionados como el cociente respiratorio o los equivalentes tanto de oxígeno como de dióxido de carbono, podemos calcular distintos indicadores de rendimiento en la resistencia aeróbica como el umbral anaeróbico.

A continuación, se realizó un test sobre cicloergómetro, el cual realicé yo mismo. En este caso se siguió un protocolo discontinuo en el que podemos distinguir dos fases, una triangular con el objetivo de conocer la potencia máxima que se es capaz de mantener y después, tras un periodo de descanso en el que se espera que se retorne a los valores de reposo, un test de intensidad fija al 80% de la potencia máxima para estudiar la cinética y la deuda de oxígeno. Hay que remarcar que en este tipo de pruebas en cicloergómetro se da una fatiga más localizada que en el caso de la cinta, por lo que no se alcanzan valores tan elevados. Se comenzó con 50W de potencia y se incrementaba 25W cada minuto.

Presentamos una gráfica en la que se muestra la evolución del consumo de oxígeno y de dióxido de carbono a lo largo del transcurso de la prueba. Podemos apreciar como los valores aumentan progresivamente en la primera parte del test, para volver a los valores de origen tras el reposo y sufrir un repunte drástico al iniciar la prueba a intensidad fija.



Como participante de esta prueba puedo citar el agotamiento que se puede producir en este tipo de pruebas, aun cuando no alcanzamos realmente los valores máximos y especialmente la fatiga que se concentra en las piernas, de manera que al finalizar la prueba me costaba esfuerzo caminar con normalidad. Asimismo me gustaría indicar que el aparataje impide el desarrollo de la prueba con total comodidad y que es muy importante motivar verbalmente al sujeto, ya que cuando recibía ánimos era capaz de desarrollar un poco más de potencia.

Para finalizar se realizaron otros dos test destinados a realizar comparativas; uno en el que una compañera realizó el test sobre tapiz, con el fin de comparar los resultados de practicantes de distintas modalidades deportivas y concluimos con un test sobre cicloergómetro que realizó el mismo compañero que comenzó con el tapiz rodante con el propósito de estudiar las diferencias entre los resultados obtenidos por ambos métodos así como la comparativa entre sujetos. En este caso concreto, a pesar de que yo fui capaz de desarrollar una mayor potencia, al normalizarla al peso se mostró que mi compañero conseguía una mayor potencia relativa.

Práctica 6 (12/03/13): Proporcionalidad corporal

Nos encontramos ante la última práctica dedicada al estudio de la composición corporal. En este caso nos centraremos en el estudio de la proporcionalidad corporal. Estas medidas nos darán una idea acerca de la armonía del conjunto de medidas antropométricas del sujeto y cómo se se sitúa éste en relación con el conjunto de la población humana.

Para ello se nos introduce en primer lugar el concepto de Phantom, el cual podríamos definir como un "maniquí" humano de unas dimensiones establecidas, obtenidas tras la evaluación de un elevado número de sujetos, de manera que podemos emplear su promedio y desviación estándar como una aproximación de las medidas de la población humana.

Una vez conocidos los valores los valores del Phantom, podemos calcular cuánta desviación respecto del promedio presenta nuestro sujeto. Se pueden consultar estos valores en este enlace, en el que encontramos también una breve explicación del sistema de cálculo el cual indico a continuación igualmente. Así pues la fórmula que empleamos para calcular esta desviación es la siguiente:

En la cual "v" representa el valor medido en el sujeto, "p" representa el valor promedio del Phantom, "d" la dimensionalidad de la medida (es decir, 1 para longitudes, 2 para áreas y 3 para volúmenes y pesos), "s" la desviación estándar del Phantom y "E" representa la estatura del sujeto medida en centímetros. El parámetro 170'18/E se incluye para normalizar las medidas respecto a la altura.

Z puede presentar valores tanto positivos como negativos, representando los primeros un valor superior del sujeto sobre el Phantom y los segundos lo opuesto. Cuanto mayor sea el valor absoluto de Z más alejado estará nuestro sujeto de los valores de referencia.

Durante esta práctica nos centramos en actualizar nuestra hoja de cálculo para introducir estas nuevas variables. Se puede comprobar el resultado en esta versión final del archivo de Excel.

Si representamos los valores de los parámetros Z de distintas medidas corporales nos podemos hacer una idea de la morfología de nuestro sujeto como podemos comprobar en la siguiente gráfica en la que se representan los valores Z de todos los perímetros medidos en un sujeto.


En esta gráfica podemos comprobar que nuestro sujeto presenta valores muy superiores a la media en cuanto al perímetro de la cintura y el brazo tanto contraído como relajado, mientras que el perímetro del muslo es inferior al del Phantom.

En esta práctica pudimos poner en práctica todo lo aprendido a lo largo del curso, tanto en lo referente al entendimiento del significado de las distintas variables antropométricas como en lo relativo al uso del Excel como una herramienta de cálculo. A lo largo de este conjunto de prácticas hemos elaborado una hoja de cálculo que reúne varias posibilidades de tratamiento de los datos obtenidos mediante una antropometría, de manera que hemos conseguido una herramienta que nos puede ser muy útil para el desarrollo del trabajo dentro de la asignatura así como para un futuro.

Práctica 5 (05/03/13): Cálculo del somatotipo

De nuevo empleamos los datos obtenidos en las primeras prácticas como base para cálculos más profundos sobre distintas variables antropométricas. En este caso es el turno del cálculo del somatotipo, el cual lo podemos definir simplificadamente como una medida de la forma corporal, según tres variables; el componente endomórfico, el mesomórfico y el ectomórfico.

Esta práctica la realizamos de nuevo en forma de trabajo sobre el ordenador, en la que buscamos añadir a nuestro archivo de excel una hoja en la que aparezca el somatotipo de los sujetos estudiados. Para ello, nuevamente tomamos las ecuaciones, diseñadas por Heath y Carter, presentes en el manual del ISAK, empleado en prácticas anteriores, las cuales mostramos a continuación:
Estas fórmulas quedan expresadas de manera muy visual y explicativa en la siguiente dirección web.

Para la representación gráfica de estos resultados se utiliza una somatocarta, es decir una gráfica específica en la que cada componente se representa como la esquina de un triángulo y las componentes del eje de ordenadas y abscisas de un sujeto se calcula de la siguiente manera:

De esta manera nos el sujeto queda representado dentro de un triángulo en un sistema de coordenadas cuyos ejes no son proporcionales. A continuación se muestra un ejemplo de una somatocarta en la que están representados un total de 14 sujetos.

Estos datos se pueden utilizar como para llevar a cabo un estudio comparativo, ya sea entre dos muestras o poblaciones distintas, del mismo sujeto en distintos periodos de tiempo o bien respecto a unos valores de referencia.

Dependiendo de si utilizamos un solo sujeto o un conjunto de ellos deberemos emplear ya sea el valor directo o el promedio entre estos, pero en ambos casos podemos utilizar fórmulas similares para realizar una comparativa con un valor de referencia. Las fórmulas que nosotros hemos empleado han sido las siguientes:

  • Distancia de dispersión del somatotipo (SDD)
  • Distancia morfogenética del somatotipo (SAD)

A partir de los valores obtenidos podemos establecer si un determinado sujeto está dentro de los valores objetivo para éste y en caso de que no lo esté, desarrollar una estrategia para alcanzar los valores deseados.

Aquí incluimos un enlace en el que podemos observar la hoja de Excel actualizada hasta la realización de esta práctica, así como una hoja extra en la que se muestra una serie de somatotipos de un grupo (el representado con anterioridad) así como su ajuste a un modelo ideal y los consejos que se deben dar en el caso de aquellos que no lo alcanzan. Hay que reseñar que esta última hoja incluye todas las fórmulas necesarias para que en el momento en el que varíe cualquier valor de un sujeto, estas variables se recalculen automáticamente.

En esta práctica pudimos apreciar las distintas maneras que existen para llevar a cabo análisis comparativos entre sujetos basándonos en el somatotipo. Es aquí, junto con la práctica anterior, cuando empezamos a cerciorarnos de la utilidad práctica que tienen las mediciones realizadas en los primeros estudios, en los cuales obteníamos muchos datos relativos a las dimensiones corporales pero no sabíamos que hacer con ellos. También me gustaría destacar la dificultad que entraña representar una somatocarta dentro de un archivo excel, ya que implica realizar una subdivisión diferencial entre ambos ejes e inscribir los resultados dentro de un triángulo que debemos dibujar de las dimensiones adecuadas.

Práctica 4 (01/03/13): Cálculo de la composición corporal

Esta es una sesión más orientada hacia la teoría en la que tenemos como objetivo la elaboración de un sistema de cálculo de la composición corporal de un sujeto a partir de las medidas previas que le hemos tomado a éste. Para ello debemos trasladar lo presente en la teoría, en el manual del Femede a la hoja de cálculo obtenida en la práctica anterior.

Existen una gran cantidad de fórmulas aplicables para el cálculo de la composición corporal, los cuales además siguen distintos modelos. Nosotros nos centramos en el modelo de cuatro componentes, el cual considera el cuerpo humano dividido en cuatro componentes fundamentales: masa grasa, masa ósea, masa muscular esquelética y masa residual. Las distintas fórmulas posibles provienen de distintos estudios que se llevaron a cabo sobre poblaciones distintas, de manera que dependiendo del tipo de sujeto que analicemos es más conveniente una fórmula u otra. La herramienta Excel nos permite crear fórmulas condicionales, de manera que especificando el grupo en el que se encuentra el sujeto se le aplica una ecuación u otra. Así pues, teniendo en cuenta que en mi posterior estudio de un grupo de deportistas tan sólo voy a analizar sujetos adultos, decido incluir en mi proforma las fórmulas aplicables a adultos y a deportistas de élite, las cuales a su vez están clasificadas por sexo y edad.

Las fórmulas utilizadas, todas ellas extraídas del citado manual del Femede, fueron las siguientes:

  • Masa grasa
    • Grupo adultos: Ecuación de Durnin - Womersley


    • Grupo deportistas:Ecuación de Carter

  • Masa ósea
    • Ambos grupos: Ecuación de Rocha

  • Masa muscular esquelética (MME)
    • Ambos grupos: Ecuación de Lee

La masa residual se calcula en todos los casos como la que resta hasta completar el peso total del sujeto, es decir la obtenemos restando el peso de cada uno del resto de los componentes del peso total.

A continuación se muestran las gráficas obtenidas para un sujeto con las que se pretende visualizar de una manera dinámica e intuitiva los distintos componentes estudiados:




Esta práctica nos ha servido especialmente para mejorar nuestras habilidades en el manejo de la herramienta de Excel, ya que nos hemos visto obligados a utilizar funciones cuyo entendimiento no es inmediato, así como fórmulas extensas y complejas. De hecho, todos hemos pasado por ciertos problemas para la elaboración de nuestra hoja, pero finalmente, a lo largo de la práctica, con la puesta en común de distintas estrategias todos hemos conseguido completarla.

Personalmente estoy satisfecho con el resultado logrado finalmente, ya que he conseguido condensar toda la información previa en una única ecuación dependiente del grupo en el que encuadremos al sujeto el cual especificamos en la hoja de medidas, de manera que con una única hoja (a la que se puede acceder aquí) es posible obtener datos de todos los grupos (edad, sexo, etnia, nivel deportivo) tratados.

Uno de los beneficios que hemos podido extraer al realizar estas prácticas es que ahora sabemos exactamente qué medidas son necesarias para los distintos cálculos relativos a la composición corporal y cuáles no, de manera que podemos darles prioridad a las primeras a la hora de realizar los estudios pertenecientes al trabajo de investigación.

Práctica 3 (26/02/13): Ficha antropométrica; el error técnico de medida (ETM)

Como ya comentamos en la práctica anterior, los datos recogidos en las distintas mediciones realizadas a un sujeto se recogen en una ficha antropométrica o proforma. El objetivo de la práctica de hoy es completar la información recogida en esa proforma con un valor que nos indique la precisión de estos resultados.

Para ello, volvemos a colocarnos por parejas, las mismas de la práctica de la semana pasada para poder comparar los datos obtenidos en ambas sesiones y tomamos la misma serie de medidas ya valoradas en la sesión anterior. Esta vez incluimos un parámetro que nos va a dar una estimación de la precisión de los resultados y este es el error técnico de medida, que se expresa de la siguiente manera:
En nuestro caso, al repetir las mediciones tan sólo tres veces, tenemos tres pares de mediciones (medida 1 -medida 2, medida 1- medida 3 y medida 2 - medida 3) de manera que tenemos tres sumandos en el numerador y el denominador es equivalente a 6.

En esta hoja de Excel se presentan los resultados de las medidas tomadas en ambas sesiones así como el ETM calculado para cada medida en cada una de ellas. Asimismo se incluye una hoja adicional en la que se indica el error inter-sesión obtenido, calculado como porcentaje de diferencia entre ambas medidas:
El resultado obtenido viene acompañado de un código de color que lo resalta en verde si es inferior al 5%, en amarillo si se encuentre entre el 5 y el 10% y en rojo si es superior a este valor. Un error elevado nos indica que se ha incurrido en algún tipo de error sistemático a la hora de tomar las medidas.

Esta práctica nos ha servido para compobar nuestra precisión como analistas y cerciorarnos de que es necesaria una gran cantidad de experiencia a la hora de aplicar los protocolos de medida para llegar a alcanzar resultados precisos, exactos y reproducibles.

Práctica 2 (19/02/13): Medición de diámetros, perímetros y pliegues cutáneos

En esta segunda sesión de prácticas, una vez conocida la manera de localizar los puntos anatómicos que nos servirán como punto de referencia para realizar las mediciones, pasaremos a realizar una serie de medidas sobre nuestros compañeros. El objetivo principal de esta práctica es servir como iniciación en el proceso real de toma de mediciones, más allá de la introducción teórica.

Así pues, la práctica comenzó con una demostración rápida por parte de la profesora de la manera de realizar cada una de las medidas sobre uno de nuestros compañero, lo cual nos sirvió como repaso de los conceptos vistos en la teoría. A partir de ahí, nos colocamos por parejas y, tras marcar los puntos anatómicos de referencia como aprendimos en la anterior práctica, comenzamos a tomarnos las medidas mutuamente. El protocolo que seguimos fue el establecido por el International Society of the Advancement of Kinanthropometry (ISAK), el cual se puede consultar en el siguiente enlace. Todas las medidas se tomaron por triplicado, para minimizar el error por parte del evaluador, que en este caso al ser nosotros mismos somos totalmente inexpertos. Las medidas que tomamos fueron las siguientes:

  • Diámetros: Biepicondíleo del húmero biestiloideo, bicondíleo del fémur, biacromial, biileocrestideo y bitrocantéreo.
  • Perímetros: Brazo contraído, brazo relajado, cintura, cadera, medial del muslo y medial de la pierna
  • Pliegues cutáneos: Biceps, triceps, subescapular, abdominal, supraespinoso, ileocrestal, medial del muslo y medial de la pierna.

Las medidas tomadas las fuimos anotando en una proforma en formato excel que se nos proporcionó, pero posteriormente confeccionamos una personalizada a la cual trasladamos todos los datos obtenidos y le dimos la maquetación que consideramos pertinente, así como el listado de medidas que nosotros empleamos, ya que en la proforma oficial aparecen muchos parámetros que no valoramos. Aquí se puede consultar la hoja de cálculo obtenida.

Estas prácticas nos han servido para darnos cuenta de que aunque teóricamente es un proceso sencillo y perfectamente definido, a la hora de realizar las medidas en sujetos reales, siempre se puede dar alguna complicación imprevista. De hecho hay que tener en cuenta que en el contexto en el que nos encontramos, dentro de una clase del grado en Ciencias de la Actividad Física y el deporte, todos los sujetos van a tener unos parámetros dentro de lo que cabe normales y proporcionados; es decir, no nos encontramos con ninguna situación extrema como podría ser el caso de una obesidad mórbida o una amputación, lo que complicaría en gran medida el proceso de medida. Asimismo, el realizar un protocolo completo nos ha dado la oportunidad de reflexionar acerca del significado de cada una de las medidas y cuales de ellas pueden ser más representativas o interesantes para el estudio de distintos grupos de deportistas, como tendremos que hacer en el desarrollo del trabajo de investigación. Hay que destacar que como se nos dio libertad a la hora de escoger el orden de realización de las distintas medidas, tuvimos que escoger entre distintas opciones, siendo la más común comenzar midiendo todos los diámetros, después los perímetros y finalizar con los pliegues, si bien yo opté por dividir las mediciones en función de localización, tomando en primer lugar todas las medidas del tren superior y finalizar con las del tren inferior, con el objetivo de no tener que pedir al sujeto que permanezca en ropa interior durante toda la medición.

lunes, 8 de abril de 2013

Práctica 1 (12/02/13): Toma puntos anatómicos

El objetivo de estas prácticas es el de realizar un primer acercamiento a la identificación de los puntos anatómicos clave que tomaremos como referencia para realizar las mediciones. Se trata de localizar y marcar una serie de puntos anatómico en un compañero, con el fin de ganar experiencia y conocer las principales dificultades que nos pueden surgir, de manera que cuando afrontemos esta tarea en una situación práctica, sepamos desenvolvernos con mayor soltura.

Para ello, nos colocamos con un compañero, con el que nos localizaremos mutuamente los puntos requeridos (de esta manera, también conocemos el punto de vista de quien es medido). La práctica consistió en la localización de una serie de puntos anatómicos que se detallan posteriormente y su marcado con lápiz dermográfico, lo que nos servirá posteriormente para tomarlos como puntos de referencia a la hora de tomar las distintas medidas que emplearemos a lo largo de las próximas prácticas. Hay que tener en cuenta que, por convención, tan sólo se tomaran medidas del lado derecho del cuerpo. El protocolo a seguir para situar correctamente estas referencias anatómicas es el de comenzar localizando el punto exacto con las yemas de los dedos, recolocar posteriormente con la uña del dedo para proceder al marcado con el lápiz dermográfico.

Los puntos anatómicos buscados fueron los siguientes:

  • Puntos anatómicos de la cabeza
    • Vértex: punto superior de la cabeza en el plano medio-sagital.
    • Mentoniano: punto inferior del mentón en el plano medio-sagital.
  • Puntos anatómicos del tronco
    • Mesoesternal: punto situado en el cuerpo del esternón, al nivel de la cuarta articulación condroesternal (para localizarlo, tendremos que identificar la cuarta costilla, para ello, palpamos desde el primer espacio intercostal con el pulgar y el índice y vamos avanzando).
    • Umbilical: en el centro de la cicatriz umbilical.
    • Glúteo: en la articulación sacro-coxígea, en el plano medio-sagital.
  • Puntos anatómicos de la extremidad superior
    • Acromial: punto situado en el borde superior externo del acromion (podemos palpar a lo largo de la espina de la escápula hasta llegar a su parte más externa).
    • Radial: borde más superior y lateral de la cabeza del radio (para distinguirlo del húmero podemos realizar una pronación-supinación pasiva del codo; en este caso la cabeza del radio rotará, mientras que el húmero permanece inmóvil).
    • Punto medio acromio-radial: es el punto medio entre las dos localizaciones anteriores (acromial y radial). Para situarlo adecuadamente mediremos la distancia entre estos dos puntos con una cinta antropométrica y calcularemos el punto medio.
    • Estiloideo: punto más distal de la apófisis estiloides del brazo (borde proximal de la tabaquera anatómica).
  • Puntos anatómicos de la extremidad inferior
    • Ileocrestal: punto más lateral del tubérculo iliaco de la cresta iliaca.
    • Ileoespinal: punto más inferior de la espina ilíaca antero-superior.
    • Tibial lateral: punto más proximal y lateral de la superficie glenoidea de la cabeza tibial.
    • Tibial medial: punto más proximal a la cavidad glenoidea en el borde medial de la cabeza de la tibia (para localizarlo con facilidad podemos pedir al sujeto que se siente cruzando la pierna derecha sobre la izquierda, entonces buscamos el espacio en la articulación entre el fémur y la tibia y lo seguimos hasta el borde más proximal y medial de la tibia).
En la siguiente figura podemos observar la localización de los puntos antes mencionados:

Figura 1: Localización de los puntos anatómicos (adaptado del manual del ISAK, 2001)

Durante el desarrollo de estas prácticas pudimos observar distintas complicaciones que pueden aparecer en el transcurso de la localización de estos puntos anatómicos. Aparte de algunas obvias, como la imposibilidad de marcar con el lápiz dermográfico ciertos puntos (principalmente el vértex), también apreciamos la dificultad que puede entrañar la localización exacta de los puntos sobre los que existe un pliegue graso desarrollado como puede darse en el punto ileocrestal. En estos casos la primera localización con la yema de los dedos puede variar al soltarla y buscar de nuevo. Asimismo, esta actividad nos sirvió para comenzar a perder la vergüenza y mantener la seriedad dentro del grupo al desvestirnos y buscar puntos que pueden ser algo delicados como el mesoesternal en el caso de las chicas.

Como conclusión, sencillamente remarcar la importancia de realizar este proceso correctamente, ya que es la base sobre la que tomaremos referencia para llevar a cabo el resto de mediciones, por lo que es importante que el contenido de esta práctica quede bien afianzado.